martes, 1 de septiembre de 2015

Wroclaw

Cerveza polaca, para mi nada especial


Otra parte de la aventura empezaba aquí, hacer autostop todo lo que pudieramos, y para empezar los chicos de la casa de Varsovia nos ayudaron a encontrar un buen punto, así que con un par, nos pusimos a esperar. 
A los 10 minutos nos cogió un chico con un seat córdoba, joven, 35 años o algo más, un chico que estuvo viviendo en Australia una temporada. Como hacía tanto calor paró en una gasolinera y nos invitó a unas cervezas, y si fuera poco, al llegar a Wroclaw nos invitó a subir a su casa, bebernos unas sidras e ir al baño. Él tenía que irse a un bautizo y no le apetecía, así que él encantado de charlar con nosotras, y con el calor que hacía en la calle la verdad es que se agradecía.
Luego nos dejó en la estación, apalancamos las mochilas en una consigna y nos fuimos a caminar por la ciudad.






Wroclaw es pequeñita, muy fácil de caminar y una ciudad encantadora. Tan encantadora que tiene cientos de figuritas de enanos escondidas por toda la ciudad.






Niños jugando en la fuente






La plaza del mercado es ¡¡ impresionante!! Todas esas casitas alternando colores, las fuentes de agua, las calles de adoquines.. cuando entré allí me acordé de la Gran Place en Bruselas, y no tiene nada que ver una cosa con otra, pero es otra de las plazas en las que entras y te dejan anonadada.









Hay un monumento dedicado a los polacos, gente rica que entró en la guerra y salieron siendo súper pobres. Impresiona un poco.













(Si venis desde las afueras, para bajarte en esa parada, en el autobús cantan el nombre Arkady Capitol, es la única parada en la que cantan el nombre.)

Algo que tienes que ver, es el puente Tumski, está lleno de candados y da paso a la isla de la iglesia. Es una isla pequeñita pero está genial para darse un paseo tranquilo.
Dicen que al atardecer está el farolero,un personaje medieval con sombrero de copa y portador de una lámpara con llama que va endenciendo los faroles de gas que aún se conservan en la isla.

Tumnski bridge
Me hablaran bien de la ciudad, y estábamos de paso,así que fue más que suficiente para un día tan caluroso.
Nos fuimos a casa de la pareja de ucranianos, y al principio me dió la sensación de que les estábamos molestando, que poco faltaba para que nos ofrecieran el suelo. Me quedé sorprendida, porque no era lo que me esperaba. Tenían un par de monstruítos de 3 y 7 años.. acababan de llegar de un viaje de fin de semana, así que todo era un poco locura. Apenas mediamos palabra con ellos, y sinceramente estaba deseando que fuera el día siguiente para irnos.

Por la mañana nos fuimos temprano a un punto de hitchhiking que tenía buena pinta para llegar a Praga,  ( En ésta web podéis buscar que puntos son buenos para hacer autostop en una ciudad en concreto, incluso a veces ponen fotografías y todo http://hitchwiki.org/en/Main_Page )

Después de 3h decidimos volver a la casa de la gente de couchsurfing, era imposible, debíamos hacer noche otra vez e intentar comprar los billetes de autobús para el día siguiente, ya que para el mismo día eran caros. 
La pareja de ucranianos nos ayudaron a comprar los billetes por internet (tenía yo unos problemas con mi tarjeta de crédito) y se pusieron a preparar la cena, ella cantando y el tocando la guitarra, fue super guay, y el ambiente más relajado, los niños ya no berreaban como descosidos,y a pesar de que el de 7 tenía acojonada a Cristina (por la noche se despertó y vió al niño sentado en la escalera viendo como dormíamos...jajajaja). Al final, compartimos cena, historias de EVS, fotografías..y fue guay, como siempre hay una parte positiva en todo lo malo, y aunque perdimos una noche increíble en Praga, nos fuimos de esa casa con mejor sabor de boca.

Nos levantamos a las 6 de la mañana, nos fuimos a la estación de autobuses con nuestros petates, y después de una hora esperando enfrente de dos andenes donde paraban autobuses de polskibus, le digo, Cristina, no es normal...es la hora y no hay ningún autobús, es muy raro..y en ésto veo un autobús saliendo de la estación,y digo no noooooo !! empecé a correr, era el que iba a Praga, llamé a la puerta, abreme por favor! Cristina corría, y al conductor no le dió la gana de abrirnos, nos quedamos en tierra... y ahora a ver como hacíamos.
Perdimos una noche en Praga, 20€ del billete de autobús, no podíamos comprar otro por internet por culpa de la seguridad de mi tarjeta, así que nos desesperamos, pataleamos, lloramos, y reclamamos en la estación, porque era una estación temporal, no había marcas de ningún tipo, pero claro...con ellos descubrimos que en el billete en polaco salía el andén, uno que estaba separado y no se veía desde donde estábamos. Al final nos vendieron un billete, para la misma compañía, aunque nos dijeran que era otra, pero menos mal que le pregunté a un chico, sino nos quedábamos en tierra esperando a la famosa compañía, total..que ya había dicho que nunca más iba a viajar con Polskibus,y no me tocó más que tragar para ir a Praga.
De querer ir haciendo autostop, al final pagamos 40€ de autobuses y perdimos una noche en Praga. Visto lo visto cambiamos nuestros planes y empezamos a buscar compartir coche en blablacar, ya que teníamos todas las noches pactadas con gente de couchsurfing, tocaba apretarse un poco el cinturón y cambiar el método del viaje para no perder días en las ciudades.


Próxima parada...Praga.