Experiencias que te cambian la vida y visitas Lituanas. Vilnius, Trakai y Uzupis by Violeta.

Si, lo se, se que suena muy cursi eso que siempre se dice de “tal experiencia me cambio la vida”, pero que otra cosa se puede decir cuando, de verdad verdadera, una de esas decisiones que has tomado en la vida te la ha cambiado tanto?

Eso es lo que me pasó a mi el dia que decidí hacer un SVE en Eslovenia el ano 2011/2012 y por eso, cuando me enteré que mi querida amiga Déborah se iba a embarcar en  semejante aventura como la mía me alegré un montón, y desde el mismo día que supe que se iba empece a planear, en mi mente, mi visita a Lituania.

Como yo, Debo eligió (o la eligió) un pueblecito fronterizo  en vez de una ciudad grande, lo cual tiene sus ventajas y desventajas. En nuestro caso, la desventaja fue que no había vuelos directos a su pueblo (por no haber no hay ni estación de tren jeje), pero la ventaja de volar a Vilnius fue que nos daba la excusa perfecta para explorar la capital.

Asi que el 24 de Abril por la mañana me levanté bien tempranito, desayune con esloveno, me despedí de él y salí al fresco (mas bien “friaco”) primaveral escocés con mi maleta nueva. El viaje en autobús al aeropuerto fue una catástrofe, menos mal que no soy supersticiosa, sino habría dado la vuelta a casa a mitad de camino.

El bus iba petado, en momentos así no importa donde tu y tu maleta os pongáis, siempre va a haber alguna señora que se queje, alguien que choque contigo o, como me paso a mí, alguna rotonda que saque disparada tu maleta hacia la entrada del autobús dándole un susto de muerte al conductor jajajaj.  Ademas el conductor se debía de haber levantado con el pie izquierdo porque iba de mala leche gritándole a los otros coches y nos tuvo diez minutos esperando en una parada mientras le echaba la bronca a unos, bastante confundidos, turistas asiáticos

El viaje fue largo, como hasta Mayo Ryanair no lanzaba sus vuelos directos Edimburgo-Kaunas, me tuve que comer 5 horitas de espera en London Stansted, para mas inri el aeropuerto estaba en obras, ya que están en proceso de ampliar las terminales, asi que solo se podía usar una pequeña parte del aeropuerto.

Vistas desde nuestra habitación.

A eso de las diez de la noche aterrizamos en Vilnius, en la zona de Departures (super chiquitita y con aspecto de estación de trenes viejuna mas que de aeropuerto) me esperaba Debo, super sonriente y también con carita de cansada después de lo que seguramente también había sido un día largo para ella. Desde el primer instante fue como si acabaramos de vernos el dia anterior, abrazos y parloteo constante y animado fueron nuestra compañía de camino al minibús que nos llevo a la estación de autobuses y de ahí nos fuimos en Taxi al hotel. 

El hotel fue genial, en la habitación se estaba de maravilla, las camas super cómodas, y sin duda, la mejor sorpresa de todas fue que nos incluyeran el desayuno, no nos lo esperábamos! Seguro que le caimos bien a la recepcionista que nos hizo el check in ;)  

No me voy a extender sobre esto y aquello y lo otro y lo de mas allá, porque ya Debo os ha contado lo bien que nos lo pasamos en Vilnius y Uzupis y Trakai los primeros tres días de viaje.

Solo os dire una cosa, por favor, si le teneis algo de respeto a vuestros estómagos evitar la comida tradicional Lituana, es una bomba!, así que si decidís aventuraros que sepáis que es a vuestro propio riesgo, pero avisados estais, pan negro frito con salsa agri-salada NO!

Y ya para terminar y como prueba de que no miento os dejo algunas “tropecientasmil” fotos que saque

Atardeceres para enamorarse

Su catedral mas antigua, construida con ladrillos y que además cuenta con la historia macabra de como fue diseñada por un estudiante de arquitectura y como por celos su profesor lo mato después de que la construyera, tirándolo desde el campanario.