Bueno…no sé por dónde empezar…Tallin..w0w... un viaje que pensaba hacer
a finales de junio, tanto por el presupuesto como por no columpiarme faltando en la biblioteca tan seguido.
Lanzadas a la aventura, cogimos los billetes de autobús en Simple Express, yo no conocía ésta compañía, y tiene mejores precios que
Eurolines o Ecolines, los autobuses son bastante cómodos y opera por Europa.
Las aventuras de ésta índole dan bastante trabajo, es
cansino coordinar las horas de los autobuses ( sólo en buscar la combinación perfecta estuve una hora y media), dónde dormir, dónde dejar la
maleta para poder visitar la ciudad entre una cosa y otra…muchas cosas a atar.
Lo primero, buscar un hostel para dormir la primera noche,
que fuera barato, aunque barato barato.. 11€, Hostel 16EUR Rotermanni Precioso por
dentro, el resto de las habitaciones no sé, pero la de 6 personas era cutre, y la cocina horrible..que hasta me dio un poco
de asco cocinar allí. Pero era perfecto
.
Rotermann es un barrio de Tallinn, está entre la zona antigua y el puerto, un barrio industrial que ahora mismo es de lo más "cool" de Tallin. Grandes edificios restaurados y convertidos en restaurantes, centros comerciales, hostels y un restaurante/pub llamado SCOTLAND YARD (me llamó muchísimo la atención, y no sólo porque escuchaba la música desde la cama, sino por la preciosidad de edificio) Muchos edificios han ido más allá de la restauración, pues contrastan el aspecto industrial con lo moderno.
El edificio iluminado en diferentes tonos de violeta me llamó mucho la atención, ¿ como será el sistema para que a los que están dentro no les moleste los neones toda la noche?
Catedral Alexander Nevsky |
Nada más llegar nos fuimos a pasear por la zona vieja, y si Riga es bonita, bufff !!....Tallinn se lleva la palma.
A la derecha de ésta foto un grupo de chicos estaba empezando la noche, bebían cervezas debajo de un árbol con vistas increíbles hacia la plaza de la libertad. (Harju hill, así se llama el mirador, es dónde los fines de semana se juntaban vendedores ilegales de vinilos en los años 70 y 80.)
Es imposible que os cuente como era todo, y digo todo porque sin darnos cuenta nos recorrimos casi toda la zona antigua. Ni las fotos, ni mis palabras pueden hablar de la realidad... pasear por los puñeteros adoquines bajo la lluvia y las luces tenues de las farolas me gustó mucho MUCHO, porque ni en los callejones oscuros y estrechos sentía miedo.. me sentía como en casa... relajada y tranquila, como si hubiera vivido en Tallin toda la vida.
Son sensaciones que nunca se olvidan, por eso me gusta tanto invertir mi dinero en viajar.
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