El otro día algunas trabajadoras
de mi biblioteca tuvieron un seminario de dos días en Vilnius. Aprovechando que
nuestro autobús/furgoneta tenía que ir a buscarlas nos ofrecieron pasar el día en la capital.
Para mí sería
la cuarta vez en ésta ciudad y sólo visitara el museo del Genocidio cuando vino
Violeta. Me gustan todos los tipos de museos, pero si son interactivos mucho más. En los de arte puedo apreciar las obras en el
momento pero no me queda tan grabada la
experiencia por eso prefiero en los que puedo fuchicar.
El conductor de nuestra biblioteca estaba todo asustado
porque tenía que ir con nosotras varias horas y no habla inglés. Al final del día estaba todo contento porque con el
poco lituano que sabemos alguna cosilla hablamos. Cada vez que le decía algo se sorprendía,
incluso en un momento dado todas las mujeres se pusieron contentas porque supe decirle que
había un hueco libre para aparcar. A mi
también me hace ilusión la verdad, ver que aunque me agarro cabreos en las clases, noto que he aprendido cosillas, me falta mucho para tener un nivel decente
(ya no digo bueno) y que escribir es jodido hasta para los propios lituanos. Mi
nivel podría ser mejor si interactuara más con niños y no me quedara otro
remedio, como le pasa a muchos voluntarios en su trabajo.
Nos dejaron en la Ópera de Vilnius, cruzamos uno de los puentes más importantes de la ciudad porque además de que es el más antiguo, conserva las estatuas que representan las diferentes clases soviéticas ( trabajadores, soldados, granjeros..), es conocido como el puente verde, y cruza el Río Neris.
Desde ese puente se puede apreciar unas letras al borde del dío, donde pone Te quiero en un lado, y enfrente yo también te quiero. (No tengo fotos porque la hierba no estaba verde suficiente para apreciarse en la foto.)
Me puse a seguir el mapa por las indicaciones de google maps, y cuándo llegamos a la puerta nos sentimos gilipollas, porque dimos una buena vuelta, ya que google no fue nada exacto, desde la puerta se podía ver el Castillo Gedimino en lo alto.
Buscando en Internet encontré el museo de energía y tecnología.. seguir el mapa por las indicaciones de google maps, y cuándo llegamos a la puerta nos sentimos gilipollas, dimos una buena vuelta, ya que google no fue nada exacto, desde la puerta se podía ver el Castillo Gedimino en lo alto.
El museo no es que sea la reostia, pero está bien para pasar un par de horas. Por el precio...¿Qué más se puede pedir? El chico del museo se porto bien conmigo, me preguntó por el carnet de estudiante, le dije que correos perdiera la carta dónde venía y nos cobró el precio reducido a las dos. Fue muy amable y me explicó muy bien como funcionaba el audioguía gratuíto a través del wifi del museo.
El museo está ubicado en una antigua estación energética que funcionó desde el año 1900 al 1990, se pueden ver generadores, tuberías, un mapa de Lituania, la zona de las calderas donde producían energía,etc..
No es que sea muy grande la exposición, pero a mi algunas cosillas me impresionaron bastante.
Las tuberías por dónde pasaban los cables para dar energía a los pueblos todavía con las etiquetas puestas.
La estatua que vemos a la izquierda de la foto se llama "Elektra" y estaba ubicada en el tejado del edificio por el año 1950.
Y ésta era la principal central dónde controlaban la energía que salía de la planta.
Aquí podéis ver un tour virtual de unas pequeñas zonas del museo
El museo tiene una planta con máquinas y muebles antiguos.
Debe ser una de las primeras lavadoras que se hicieron. (el barril de la derecha).
También tienen expuestas unas aspiradoras muy antiguas.
Una imprenta
En la última planta tienen una sala interactiva, dónde hacen talleres con niños y los adultos también podemos disfrutar, jajaja.
Tienen cosas molonas, como por ejemplo unas básculas que al subirte te dicen tu peso en la luna, en marte y en el espacio.
La seta no funcionaba, pero había otros juegos que si, como el del fondo, de hacer ruido dentro de tuberías con una pala de corcho, o unas gafas que desenfocaban tu visión y tenías que encestar una pelota, o una pequeña habitación en donde podías jugar con las luces de colores y crear una imagen en una pared.
Yo me lo pasé como una enana, y además de esas cosillas hay un par de tonterías más, pero lo que más me llamó la atención fue que explicaban de una forma activa el "Efecto Coriolis.
Os dejo un vídeo que lo explica muy bien.
Efecto coriolis
Yo ya he visto que aquí gira diferente que en España, siempre había relacionado que en el norte giraba de una forma, y en el sur de otra, pero nunca lo viera tan especificado.
Y para acabar, os digo que me llevé una sorpresa al entrar en el museo, resulta que en la planta principal tienen un área dedicada a motos y coches antiquísimos.
Velosolex 1100, del año 1957.
Son 4 plantas de cosillas por aquí y por allá, cuando te das cuenta has estado dentro 2h dándo vueltas.
Lo aconsejo mucho mucho, creo que puede ser de los museos más interesantes de la capital por 1,50€/3€.
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