viernes, 17 de abril de 2015

Dos viguesas en Kaunas

El viernes salimos del hotel y fuimos a coger el autobús, nada más subir el conductor no me quiso un billete de 5€ que estaba un poco roto, entonces se puso todo borde, le pagué los billetes con monedas y cuando nos sentamos alguien vino y nos dijo que teníamos que sellar el billete en la máquina, llevábamos dos días usando el autobús sin validar el billete. Yo sigo sin entender éste sistema, si se lo compras al conductor nada más subir...¿porque lo tienes que ticar? En Italia pasa lo mismo, compras el billete de tren en la taquilla, luego lo pasas por la máquina y luego viene el revisor. Eso también lo descubrí cuándo me echaron la bronca por no ticarlo..
Bueno, el caso es que nos sentamos, el chico de enfrente no paraba de vernos y sonreír...supongo que al hablar en español le llamamos la atención.  Fue muy amable, vino con nosotras hasta el tren y lo invitamos a acompañarnos todo el viaje a Kaunas. Es lituano y tan cerrado que hasta me tiene cerrado su perfil de facebook, apenas puedo ver nada jaja.

En Kaunas lo primero que hicimos fue reunirnos con Asta,mi coordinadora.  Mientras esperábamos a el ucraniano tomamos un té, charlamos sobre el proyecto, nuestra situación actual, nuevas ideas, nuestros viajes y nuestras experiencias pasadas. Quedé con Yarik allí para ir a su casa todos juntos, nuestra idea era pasar el fin de semana en su casa, pero se complicó un poquito.
Zapateamos las maletas y nos fuimos al Akropolis, un centro comercial un tanto pintoresco porque dentro del mismo centro comercial hay casa que son tiendas, y es mucho más bonito que el de Vilnius.

A la noche fuimos nosotras, Yarik y dos italianos a Bo Bar, un bar pequeñito pero con mucho ambiente jóven, buenos precios y un juego genial que nunca antes había visto. De hecho no se siquiera si tiene nombre.
Mola un montón, juegan dos personas, uno a cada lado, y tiene sus fichas, tiene que meterlas por esos agujeros y dejarlas al otro lado del campo, pero a su vez el contrincante puede echarle las fichas para su lado usando las suyas, así que se vuelve interesante también cuándo tienes un par de cervezas encima porque no tienes la misma puntería jaja. (es adictivo)

Violeta seguía malita, y de caminar tanto estábamos reventadas, así que mientras Yarik se fue de marcha, nosotras nos fuimos a dormir.
La última vez que estuve en su casa acababan de llegar a Lituania como quien dice y el piso estaba bastante limpio, pero ésta vez había tanto polvo que no se podía respirar, se nos metía en la garganta, en la nariz...horrible! Del baño ni hablemos, pelos por todas partes, y el suelo de la habitación estaba de pánico. Así que ya bien temprano por la mañana nos reservamos un hostel y sintiéndolo mucho, nos fuimos con la excusa de que el sofá cama nos daba dolor de espalda, lo cuál también era cierto.

El sábado dió de si, fuimos a la novena fortaleza, no pudimos ver a los tiburones comer porque nos equivocamos de hora, llegamos tarde a un combate de boxeo y nos dimos una buena pateada como buenos mochileros.

Y a lo tonto, nos reunimos en casa de Yarik 9 personas, tocaba noche de tortilla española. Un currele tremendo...tuve que darle unas lecciones de como hacer una tortilla de verdad al coruñés, ya que echa la cebolla en la tortilla como para ensalada, y corta las patatas como en rodajas para asar, jajajaja, tela marinera... al final salieron 3 señoras tortillas que estaban de muerte.
Moló mucho porque era multicultural (Austria, Serbia, Ucrania, Bulgaria, Italia y España), y resulta que uno de ellos estuvo en un voluntariado cerquita de donde vivía Violeta en Eslovenia, así que estuvieron contando batallitas.

Sólo tengo una foto de ese día, en la que os podéis hacer una idea de como es esa casa...y ese es el sofá en donde dormimos una noche como pudimos, jajaja.

No teníamos expectativas sobre el fin de semana en Kaunas, fue fluyendo solo...y a Violeta le encantó.
Gracias a Adrián conocí éste parque (Vytauto Parkas), es un antiguo parque de atracciones, está abandonado y tienen fijadas las atracciones, lo único que se mueve son éstos columpios todos oxidados, el resto quedó de adorno.



La verdad es que lo pasamos muy bien, estábamos reventadas y el domingo nos fuimos a las 5 y algo para el hostel, Violeta se echó a dormir, y como tenía la sala para mi sola me puse a ver la tele. Después de zapear acabé viendo el basket (porque era el único canal que podía entender) pasó un par de veces el chico de recepción y al final se sentó a mi lado. Me empezó a explicar lo que éste torneo se jugaba en Kaunas, las bases, y un poco todo porque era como una selección del mejor jugador. Incluso vi a uno saltar por encima de un coche y encestar, estuvo muy guay.

Al día siguiente por la mañana quedáramos con mi vecina la dentista para volver al pueblo en coche. Por fin Violeta iba a ver mi pueblo, mi casa, mi biblioteca....mi nueva vida..
Y bueno... quien mejor que ella para contar como ha vivido aquí esos días en mi pueblo,¿no?

Pronto... post by Violeta.


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