jueves, 23 de abril de 2015

Seaplane Harbour Estonian Maritime Museum

Últimamente estoy alucinada con la vida, parece que cada cuatro pasos que doy conozco a alguien nuevo, a alguien que aporta nuevas ideas y nuevas historias a mi vida. Está genial, pero es un tanto peligroso porque me motivan demasiado a seguir descubriendo mundo.
En éste caso éste museo me lo recomendó un chico que cuelga videos en youtube, hablando y hablando me dijo que no podía irme del báltico sin ver éste museo.  Cuándo vi en internet lo que había dentro empecé a loquear... tanto que me daba igual si venía alguien conmigo o no, pero yo iba a Tallin sí o sí. 
Con la excusa del crucero era la oportunidad perfecta. así que ya escogimos el hostel pensando en dejar allí la maleta el sábado por la mañana y recogerla al mediodía antes de ir para el barco, pues el embarque era para eso de las 18h. Nos daba tiempo de sobra de disfrutar el museo toda la mañana.

Si preguntáis dónde queda el museo, no os fiéis de nadie.  La gente del báltico no sabe medir distancias, están tan acostumbrados a tenerlo todo cerca que caminar 2 km para ellos es lejísimos.
En la recepción del hostel nos dijeron 45 minutos caminando hasta allí, y si nos llevó 25 caminando despacio ya fue mucho. (la parada de tranvía más cercana está a 15 minutos caminando del museo, es un poco tontería pagar para ahorrarte 10min.)

El museo, situado en el barrio Lennusadam, está dentro de un hangar que fue construído entre el año 1916 y 1917 como parte del sistema de las fortalezas de defensa de St. Petersburg. Entre 1918 y 1940 fue usado por las fuerzas armadas de Estonia para guardar aviones. y fue el primero en construirse sin columnas en el medio.

Actualmente está dividido en dos niveles, con la tarjeta que te dan a la entrada puedes ir guardando la información que te guste de los paneles informativos, y al final podrás enviártela a tu correo electrónico. Yo no sé que hice...que no me llegó nada al correo.
El suelo del museo está decorada como un derrotero (puedes ver minas marcadas, la profundidad del suelo marino..), y los tonos azules de la iluminación van cambiando cada cierto tiempo, creándo así la sensación de que es agua.



Dentro nos encontramos el submarino "The Lembit". Es uno de los submarinos que quedaron intactos de antes de la segunda guerra mundial, y tiene el record del submarino que ha pasado más tiempo consecutivo en el agua, 75 años nada más y nada menos.

Quién me conozca un poco sabrá que ésta cara es de emoción, de cuándo algo me supera. Siempre dije que algún día llegaría a ver un submarino por dentro, algún día..y ese día lo viví. Otro sueño/objetivo hecho realidad.
Cristina flipaba...decía, al final vas a llorar.. porque la alegría no me cabía dentro, y mi sonrisa no era más grande porque la boca no me daba para más. 

Dentro del submarino hicimos un vídeo, bueno... una gitanada la mar de graciosa, se nota que nos lo pasamos muy mal, jajajaja. 
Yo creo que en vez de cumplir un año más voy hacia abajo, todo me resbala.
Me impresionó muchísimo el tamaño de los catres, tener que dormir con los motores tan cerca tenía que ser horrible, además ya de por si dentro de un barco la convivencia es mortal..no me quiero imaginar en éste espacio tan reducido, bufff, me agobio sólo de pensarlo.  VÍDEO DENTRO DEL SUBMARINO

En el museo tienen una réplica de el primer aircraft en el mundo capaz de realizar un ataque con torpedos, el Short 184 fué diseñado y usado por la marina real británica durante la primera guerra mundial. El primer torpedo que lanzó alcanzó a un buque de suministro Turco en el año 1915.



En el hangar hay armamento por todas partes, si te gusta toquetear todas éstas cosas éste museo es idóneo para ti, Yo me lo he pasado pipa, he jugado todo lo que me ha dado la gana.
Hay dos simuladores, uno de una ametralladora para derribar aviones y otro de una avioneta en la que tienes que pasar por dentro de unos arcos, es muy difícil. En 4 minutos sólo conseguí pasar por dentro de uno de ellos, tiene dos velocidades y lo controlas todo solo con una palanca. Cristina lo estrelló nada más empezar, yo conseguí acabar y estrellarlo al final bajando en picado girando sobre mi misma. ¿Será vena psicópata ?
(vídeo del simulador de la ametralladora) , una pena que no se vean los disparos en la grabación). Después de ésta experiencia reafirmo mi objetivo de llegar a disparar algún día un arma en una sala de tiro en U.S.A.

Directa al espacio, jajajaja.













Y no sólo ésto... pues hay una parte muy interactiva perfecta para ir con niño, como por ejemplo un tobogán donde saltas a una balsa de supervivencia, una máquina para ver el funcionamiento de las olas del mar, etc.. lo que más me ha gustado de esos fue una caja llena de arena, podías moverla, ponerla como quisieras, y el ordenador detectaba la altura y la marcaba con diferentes colores (llevo rato pensando el nombre específico pero no me sale...)

















También tenían una zona con uniformes para que la gente se hiciera fotos con ellos.
Siento que el post se esté alargando, pero fueron casi 3h allí dentro que pasaron volando.. y porque nos teníamos que ir a buscar la maleta, sino creo que pasaríamos allí una hora más.


Y bueno, ya para acabar, detrás del hangar hay dos buques que se pueden visitar, un rompehielos y uno de guerra que estaba cerrado.

El rompehielos Suur Tõll (1914) era otra de mis prioridades pues es la gran joya de éste museo. Cuándo el marine de cubierta me dijo que  teníamos que pagar 10€...me quedé pensando...subí las escaleras, meti la mano en el bolso y saqué la libreta de navegación, se le abrieron los ojos como platos, me dijo ¿la tienes? pasa!! Y buaaaa, que safada!! nos ahorramos 20€ !!
Éste rompehielos a vapor de principios del siglo 20 es uno de los tres que se han conservado en el Báltico, y está entre los rompehielos más poderosos del mundo, ha llevado las banderas de la Rusia Imperial, Finlandia, la Unión Soviética y la República de Estonia con los nombres Zar Mikhail Fyodorovich, Volynets, Väinämöinen y Suur Toll.
Se puede visitar casi por completo, pocos camarotes están cerrados, y una de las curiosidades son los puentes laterales para tener visibilidad a ambos lados. Hoy en día los buques modernos tienen visibilidad desde un único puente y disponen de varios mandos, normalmente 3 (el crucero de St.Peter line tenía uno en proa y dos a estribor y babor para maniobrar según el ángulo de atraque).
Y ésta chapa es para que entendáis que ésta gente tenía que estar a la intemperie, comunicarse como pudieran con el puente que estaba en otro sitio, e ir de un lado a otro por el suelo mojado, imaginaros eso a -17º por poner un ejemplo, mola ¿no?

Pagué 14€ por entrar en el hangar, jamás he pagado una cantidad como ésta por entrar en un museo, pero la volvería a pagar sin duda alguna.




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