martes, 9 de junio de 2015

Experiencias que te cambian la vida y visitas Lituanas. (Parte III) Mentomas (El hombre que le susurraba a los chupacabras) y la ultima cena.

Iba a dejarlo en dos posts (en realidad iba a ser solo uno, juas!) pero es que cierto personaje como el Mentor de Déborah se merece un post para el sólo, a la altura de su personalidad.
Tio carismático donde los haya, esta como una chota!! 

Os voy a explicar un poco lo que viene siendo la figura del mentor. El mentor es esa persona, que no forma parte de la organización en la que llevas a cabo tu proyecto, y que queda contigo de vez en cuando para ver como te va, si es enrollado te presenta  sus colegas, escucha tus problemas (de ahí a que sea externo a la organización (Ya que así, si tienes algún problema con tus jefes o compañeros siempre tienes una persona “imparcial” a la que acudir.)

Pues bien, Mentomas es un tío guay, así pues una tarde que Déborah y yo salimos a dar un paseo, nos lo encontramos de frente viniendo por nuestra misma acera, en cuanto nos vio empezó a cojear, lo hizo tan bien que cuando llego a nuestra altura no pude evitar preguntarle si estaba bien, muy serio y con cara de póker me dijo que era su pata de palo. Me quede tonta y claro Déborah se rió muchísimo, inmediatamente nos saco plan para esa noche, su amigo Val acababa de llegar de Escocia (menuda coincidencia!) así que nos invitó a ir con él y su colega a dar un paseo e ir a algún lugar chulo en los alrededores en coche. Por supuesto dijimos que si y corrimos a casa a avisar a Gabriella para que se preparara.


Esa noche tuvimos un viaje loco en coche, en el cual Tomas nos dejo un buen rato parados en medio de la carretera diciendo que se acababa de quedar sin gasolina, por supuesto Debo ya conocía esa coña suya y pronto supe que todo aquello era otra de sus farsas jajaja. Fuimos a ver un árbol milenario (tiene entre 1500 y 2000 años) es el más viejo de Lituania y uno de los más viejos de Europa; un edificio antiguo abandonado y a cenar pizza y beber unas birras.


Y decidimos hacer planes para mi última noche en Zarasai, Gabriella hizo pizza (menos mal que no le echo guisantes como tenía planeado jeje) y Debo y yo hicimos una tarta tres chocolates mmmm! Val y Tomas trajeron una cantidad desorbitada de birras y un regalito para mi, unas miniaturas de licores de miel para traerme a casa.




Cuando les preguntamos que porque habían traído tantas cervezas la respuesta de Val fue lo mejor, “buaaa es que aquí las birras son tan baratas que me emocione y empece a meter botellas como un loco en la cesta jajaja”



Y es que no me extraña, en Escocia las birras son caras y Lituania es un país baratuno!
A la mañana siguiente, Debo y yo nos dimos un gran abrazo, ella se fue con Cristina (la voluntaria de Córdoba) a un crucero por Rusia y Escandinavia y yo me volvi a Edimburgo, y así es como termina nuestra gran aventura :)

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