Aprendiendo a tallar madera

Hoy amanecimos con un frío importante.

Éstos días se me están haciendo bastante duros, ahora es cuando empiezo a notar la falta de luz y de sol.

Echo de menos el calorcito... salir de casa siendo grisáceo el cielo y salir del trabajo a las 17h y que sea de noche me está quemando. 

Ayer vimos el sol después de casi semana y media sin verlo. Las ojeras por la falta de luz (carencia de vitamina D) se me están acentuándo. Ayer al mediodía decidimos congelarnos un ratito al borde del lago y sacarnos guantes y gorro para tomar el poco sol que brillaba.

Aún está entrando el invierno y ya deseo que sea primavera por lo menos para poder disfrutar un poco de calidad de vida en el exterior.

Pero a pesar de contras como éste..también hay cosas buenas en nuestros días de trabajo:

Nuestra tutora siempre nos sorprende, hoy nos incluyó en el "planning" laboral visitar el museo para acudir a un curso de tallado de madera (el museo está en la planta baja de nuestra biblioteca).

Un señor con pantalones de tipo lino, camisa de cuadros y gorra nórdica nos empezó a enseñar sus obras de arte y las técnicas para hacerlo.

Diez minutos más tarde ya tenía una madera en forma de pez entre mis manos y estaba manos a la obra con una mierdita de herramienta que había que tener 8 sentidos activados para no rajarte la mano.

Dos horas después acabé con las manos rojísimas de hacer fuerza, y un pez casi acabado…pero lo que fue el acabado final era muy complicado y me tuvo que ayudar el señoriño.

Ahora valoraré muchísimo más el trabajo de éstos artesanos. Puede que haya gente que use máquinas para hacerlo, pero desde luego quien lo haga a mano…se merece que nos levantemos el sombrero.