miércoles, 17 de diciembre de 2014

Así fue mi llegada a éste país


El día que aterricé en Vilnius después de dos días viajando con atropellos, tuve que coger un autobús en el aeropuerto para llegar a la estación de autobús/tren.
Indagué que autobús tenía que coger, y gracias a un señor que me ayudó con las maletas pude subir, le pregunté al conductor por la parada pero no me entendía ni papa. Total… que sabía que eran unos 10minutos de camino hasta llegar, pero habían pasado como 5 minutos y veo que el autobús se para, se baja todo el mundo, yo no veía nada!!! No había ninguna estación, y si me bajaba y era el medio de la nada?

20:00 de la tarde, empiezo a caminar y pregunto a 1, 2 , 3 personas y nadie hablaba inglés. Me empezaba a desesperar cuando vi a una chica con pinta de azafata, me habló un inglés con un enorme de deje ruso ¡¡la estación estaba muy cerca!! allá me fui.
Después de un garbeo tonto por dentro porque estaban en obras, me tocó cargar con las dos maletas de ruedas (en total casi 50kg) escaleras arriba hacia el andén, la gente subía y no me ayudaban, gentuza!! Llegué al tren, dos minutos de respirar y sacarme toda la ropa de abrigo y el tren inicia el viaje, próxima parada : Kaunas.

Así como llegué, nos bajamos dos personas del tren. Era como la zona de Vulcano una noche de invierno cerrada, con los adoquines y las naves industriales sin luz... un andén super oscuro, rodeado de edificios como abandonados y derruidos, no había luces, ni carteles como en España. Cuando me di cuenta estaba sola en el andén y no tenía ni puta idea de como salir a la calle, además necesitaba ir al baño, total, que me puse a buscar.

Bajé en un ascensor enano y llegué a una zona de oficinas, me volvieron a mandar subir a la planta superior, y cuando encontré los lavados casi prefería que se me reventara la vejiga. Aquella luz era como la del baño de la película SAW, blanquecina y súper tétrica. Entré, y detrás de mí una señora que no sé de donde había salido, creo que fui la más rápida del oeste!!
Después conseguí salir a la calle, y nadie me estaba esperando, 21:15h..y nadie estaba allí. Había mandado mensajes como me habían dicho, explicando cuando llegaba y la hora. No había nadie…



Empecé a pensar en todo tipo de cosas..¿Y ahora que hago de mi vida? ¿Pero quien me mandó venir aquí? Que miedo tengo…nadie habla inglés, es mucho peor de lo que me había imaginado. Y mientras las lágrimas me caían por las mejillas me sonó el teléfono, era mi hermano. No quise que se diera cuenta de que estaba mal, así que disimulé como pude, colgué y llamé a mi organización. ¡¡No recibieran mis mensajes!! En 5 minutos me venían a buscar, menos mal! Menudo susto..



Esa noche dormí en Kaunas, en el hostel “The monk´s Bunk”, donde conocería a otra voluntaria: Merve, de Estambul. 

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